Esta novela corta cuyo título original fue Conversaciones con el relámpago, es un Monólogo que poco a poco se convierte en diálogo de Tesla con su Fuente Matriz, tratado por Arturo Meza con elegante delicadeza y extrema sensibilidad, basándose en el pensamiento de los personajes citados en ella con eventos y anexos ficticios.
Nicola Tesla nace en Serbia el año de 1856
Descubrió el principio del campo magnético rotatorio y los sistemas polifásicos de corriente alterna. Anhelaba para este mundo transmisión inalámbrica de energía libre (gratuita) a larga distancia, pero se encontró con que los monopolios no estaban dispuestos (ni lo estarán jamás) a perder un centavo en todas sus inversiones en las minas de cobre que cubrirían el cableado en la industria eléctrica naciente, lidereada por Thomas Alva Edison, quien fungiera como su principal detractor y marginador. Tesla obtuvo alrededor de 300 patentes en todo el mundo por sus inventos. Algunas de ellas no se tienen en cuenta y muchas permanecieron ocultas en los archivos de patentes, así como muchos de sus proyectos serían robados de su repertorio a su muerte por el gobierno hipócrita de los Estados Unidos. No cause extrañeza, que la tecnología con la que hoy se cuenta y que se da en migajas y de manera controlada (manteniendo ocultas otras), sea obra de Tesla o esté basada en sus lineamientos. La gran diferencia es que los ladrones de energía se la apropian para hacer mal uso de ella, en cambio, Tesla la ofrendaba para el beneficio humano y siempre gratuita. Muchos de los inventos desarrollados por él no fueron protegidos por patente.
En 1943, la Corte Suprema de los U.S.A, reconoció a Tesla como el inventor de la radio, atribución injusta hasta entonces a Marconi, quien descaradamente usurpó además alrededor de 14 y 17 patentes a Tesla.
Nikola Tesla, era consciente de que había venido a este mundo a cumplir una misión a pesar del robo de ideas, ninguneo, estafas, amenazas y marginación. Muere prácticamente en la indigencia, sin el reconocimiento ni el respeto que se merecía. Su nombre fue evitado y oscurecido de los anales de la inventiva a petición
de las envidiosas mafias fanáticas del dólar, pero la verdad siempre sale a relucir y la mentira tiende a hundirse en los fangos de donde procede. Esta lucha histórica entre Verdad y Mentira, entre Justicia e Injusticia, entre el Bien y el Mal, aún no termina. Se está en las últimas batallas.
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